miércoles, 20 de febrero de 2013

El cine o el hombre imaginario (5 y 6)


 La presencia objetiva.
En le capitulo cinco y seis , se habla acerca de como el cine se vuelve en una especie de puente, entre la realidad objetiva y  la realidad subjetiva. Aquel medio que sirve para configurar la subjetividad y así poder objetivar la realidad. Se dice que todas estas posibilidades se dan, gracias a que el cine, logra, de alguna manera imitar la mirada humana, pero el cine le da otro lenguaje a esta mirada al darle un movimiento y jugar con el tiempo. 
La fotografía lisa o inmóvil lleva un impresión de realidad objetiva ,la imagen del cinematógrafo aumenta la realidad ya que con el movimiento y proyección de la imágenes hace a éstas mas reales.
El movimiento es la potencia decisiva de la realidad; en el y por el, son reales  el tiempo y el espacio.

Por otra parte cabe destacar que como Micotte las llama emociones a los temores, simpatías etc.  estas consolidad a la verdad objetiva.
El cine es un complejo de realidad y de irrealidad, un vaivén entre el mundo onírico y la realidad.
El cine opera una  especie de  resurrección  de  la visión primitiva del mundo al volver a encontrar la superposición casi exacta de la percepción practica y de la visión mágica- su conjugación sincretica.
Nos habla también  acerca de la estética y de la manera en como la concebimos, partiendo de una realidad o un cierto bagaje personal, y a partir de ahí dejar que influya el subconsciente y aplicarlo de nuevo a la realidad.



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